Entrevista con
Francisco de la Blanca
Gerente de Oleo Rincón
Pocas empresas olivareras ejemplifican el hermanamiento de Baeza y Úbeda, las joyas monumentales patrimonio de la Humanidad, como Oleo Rincón. Con sede en Úbeda pero con la finca familiar ubicada mayoritariamente en Baeza. Con una firme apuesta, que este año ha dado sus primeros frutos, como AOVE ecológico certificado. Cuenta con un Picual de octubre de recolección temprana y un Picual Diciembre
¿Cómo afrontan la nueva campaña?
Para nosotros esta campaña será muy importante porque es el primer año, después de tres años de transición que estamos certificados como ecológicos. En nuestra zona la época de apertura de los molinos suele ser a principios de diciembre para el aceite convencional.
¿Habéis convertido toda la producción a ecológico?
Toda nuestra finca de 30 hectáreas recibe tratamiento ecológico y está certificada, salvo una parte de 6 ó 7 hectáreas que no pueden ser certificadas por limitaciones con las lindes con otras fincas de olivar convencional.
¿Qué producción esperáis tener para este año?
El año pasado obtuvimos un volumen de 25.000 kg de aceite y este año esperamos más, porque el “abono” que trajo la lluvia ha sido buenísimo para los olivos.
¿Por qué apostasteis por el cambio a ecológico?
Todo empezó dejando una cubierta vegetal, una melga, para evitar la erosión, después ya solo utilizábamos herbicida en el vuelo del olivo, hasta que la cooperativa empezó la transformación a ecológico. Hasta ese momento, el no tener donde llevar la aceituna era un factor limitante ya que al principio no te atreves a envasar toda tu producción. Nosotros ahora mismo hemos hecho unos 7.000 kg de aceituna para este aceite. Ya con el tiempo iremos ampliando kilos y diversificando formatos además del que tenemos de medio litro y 100 ml. Hacer un AOVE ya más maduro, envasarlo en lata…
¿En qué almazara molturáis y envasáis?
En Oleícola San Francisco, en Begíjar (Jaén).
¿Cuál es el siguiente paso en vuestro proyecto?
Investigar la biodinámica, no con el objetivo de certificarla pero sí de ver la repercusión que puede tener en la finca la aplicación de la misma.
¿Compensa el esfuerzo de la transformación a ecológico?
Desde el punto de vista del agricultor, la compensación no es tanto económica, porque el esfuerzo que supone es mucho. Lo que sí que ha compensado es ver la transformación de la finca y comparar con el estado anterior y con el resto de fincas. Es una zona con mucha caída, mis linderos que son todos convencionales, al curar a “tajo parejo” con el herbicida dejan el paisaje como un desierto, se te cae el alma a los pies. Ahora en nuestra finca ves perdices, zorros, ves de todo… además del beneficio para la propia planta del olivo.
¿Creéis que más productores de la zona se van a animar a seguir vuestros pasos?
Por nuestra zona, poca, porque tiene mucho trabajo. Por mitad de la calle lo puedes dar con el tractor, pero por debajo del ruedo es con desbrozadora manual y es más cómodo enganchar la cuba cuando acaba la recolección y curarlo todo.
Desde el punto de vista de la comercialización ¿qué mercados abarcáis?
Acabamos de estar en la Feria Biocultura de Madrid. Distribuimos en Úbeda y a través de enlaces comerciales en establecimientos ecológicos aquí en Madrid. Muchas personas en Madrid están acostumbradas a comprar el aceite convencional en grandes superficies y cuando prueban estos AOVE se sorprenden de la diferencia.
Texto y foto: Amelia Martín Bernardos
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